El pasado viernes 26 de mayo se llevó a cabo la quinta edición de Chelas x México de este año 2023 con el tema de crímenes sin resolver. En específico se trató el tema del asesinato del Cardenal Posadas como ejemplo de la impunidad que parece reina en México.
Tristemente, fue claro para todos los asistentes que es imposible que en algún momento se conozca la verdad del magnicidio del Cardenal, a 30 años de que sucedió, con investigaciones manoseadas por gobiernos de todos los niveles y los colores políticos, además de un largo etcétera de irregularidades que impiden que se haga justicia. Y lo mismo se puede decir de los crímenes más famosos de los últimos años: los asesinatos de Colosio y Francisco Ruiz Massieu, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el «accidente» de la Gobernadora de Puebla y su esposo… La lista sigue y sigue con los casos mediáticos, y seguro es interminable con los casos que sufren los ciudadanos en su vida común. La impunidad es el sello de la casa en el sistema mexicano actual.
Con estos lamentables antecedentes, el centro de la discusión fue: ¿qué podemos hacer como ciudadanos comunes y corrientes para luchar contra la impunidad?
En primer lugar, no debemos dejar que estos crímenes queden en el olvido. Aunque ciertamente nunca podremos alcanzar la verdad, la ciudadanía debe conocer su historia y recordarla para asegurarse que nunca vuelva a repetirse. Difundir las injusticias del pasado sin importar los colores políticos, y aprender de los hechos para que la sociedad madure y, por ende, su sistema de seguridad y justicia sea mejor y más eficiente.
En segundo lugar, la indignación no debe quedarse en un recordatorio vacío y una queja contra el pasado. Este aprendizaje que tanto deseamos para buscar la justicia en el futuro debe reflejarse en un diálogo constante, franco y directo con las autoridades — en especial las policías investigadoras y ministerios públicos, los jueces, y los legisladores.
La impunidad del pasado no tiene por qué ser presagio de la impunidad del futuro. En México no estamos destinados a vivir en la injusticia ni en la mentira. No podemos asegurar que no existirán crímenes, pero sí que el sistema permita que sean resueltos, asegurando la paz y reconciliación de la sociedad. Todos los ciudadanos debemos ser partícipes de la construcción de un sistema más humano y fraterno.
Por J. Francisco Macías C.

